Nuestra historia

tradición y autenticidad

Somos la cuarta generación de una familia apasionada por el arte de hacer pan. Desde hace décadas, nuestro horno rural ha mantenido viva la tradición de la panadería, elaborando pan artesanal con la misma dedicación y amor que nuestros antepasados ​​nos transmitieron.

Nuestros inicios se remontan a cuando éramos la panadería del pueblo, sirviendo a nuestros vecinos con productos frescos y de calidad. Con el tiempo, hemos crecido y hemos ido expandiendo por toda la comarca, gracias a la confianza y fidelidad de nuestros clientes.

Nuestra filosofía es sencilla: la calidad está siempre por encima de la cantidad. Nos apasiona nuestro trabajo, y por eso nos formamos constantemente en las técnicas tradicionales, a la vez que integramos las innovaciones más recientes del sector. Este equilibrio entre pasado y futuro es el que nos permite ofrecer un auténtico pan y con personalidad.

Contamos con un equipo profesional comprometido con la excelencia, que comparte nuestros valores y pasión por el oficio. Nos sentimos orgullosos de los reconocimientos que hemos recibido, como el premio al Mejor Pan de Pagès de Catalunya en 2018, y de estar inscritos en la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Pan de Pagès Català.

Continuamos trabajando con la misma ilusión y dedicación que siempre nos ha caracterizado, trayendo a tu mesa un pan que es fruto del esfuerzo, la tradición y la innovación.